El partido, válido por la fase inaugural de la competencia en los Juegos Olímpicos, debía iniciarse a las 19.45 (15.45 de Buenos Aires) en el estadio Hampden Park, de Glasgow, Escocia.

Sin embargo, cuando las jugadoras de uno y otro equipo esperaban alineadas el comienzo del partido, un papelón cometido por el Comité Organizador de los JJ.OO. casi deriva en escándalo.

Es que por los altoparlantes del estadio no se empezó a reproducir la melodía de la canción patria de Corea del Norte sino todo lo contrario: se emitió la de Corea del Sur. Y lo mismo cuando en las pantallas gigantes se confundieron de bandera.

Conocida la histórica rivalidad que atraviesan ambos países desde hace siglos, las jugadoras norcoreanas se enojaron y pretendieron abandonar el campo de juego, recordando aquellas escenas que se vivieron allá lejos en la Copa del Mundo España 1982, cuando los integrantes de la selección de Kuwait quisieron dejar la cancha en un recordado encuentro con Francia, en Valladolid.


Tras más de una hora, las autoridades del encuentro lograron convencer con sus disculpas a las asiáticas, quienes depusieron su actitud inicial y comenzaron a jugar su partido ante las colombianas.