El fallo de Thomas Griesa a favor de los fondos buitre y en particular del comandado por Paul Singer, el NML Capital, permitió que esta semana la justicia belga ordenara el embargo sobre las cuentas bancarias de la embajada argentina en Bruselas.

La medida afecta a los activos propios de la sede diplomática y a las cuentas de los funcionarios que prestan funciones en ella, como el embajador Hernán Lorenzino. Aunque la sede diplomática también representa a nuestro país ante la Unión Europea y Luxemburgo, el embargo no afecta a estas dependencias.

Si bien las autoridades de Bruselas intervinieron para evitar el embargo, invocando el Tratado de Viena –que impide que haya una confiscación de los fondos diplomáticos porque tienen inmunidad internacional–, la orden del fiscal belga sigue en pie; no obstante, continúan las gestiones para dejarlo sin efecto.