El principal rival de Boca en su visita a Bolivia no es el Always Ready sino los efectos bestiales que tiene la altura en algunos jugadores.

Los partidos jugados bajo esa falta de oxigeno tienen su propia lógica, y sus epopeyas cuando se rescata al menos un punto.

La imagen de jugadores con respirador artificial en el banco de suplentes al ser reemplazados es de las que impactan y hagan temer por la salud de los que se ponen la máscara, aunque sus efectos pasan rápidamente una vez que se abandona la ciudad.

Boca deberá ir a El Alto, si, subiendo un poco más que La Paz, y su visita tendrá el tono del realismo mágico que nos suele regalar la Copa Libertadores de América.