La cita no es antojadiza, es traer a un ícono de la cultura popular internacional para destacar un hecho propio de la política local. 

Luchadores más comprometidos e ideologizados que Kim Kardashian se encuentran de a montones, pero Ofelia Fernández quiso jugar con el chiste de la cita estrambótica para fijar una idea: que hay que seguir peleando, que la militancia no puede ni debe estar de brazos caídos viendo como el negacionismo y el anarco capitalismo colonizan el discurso.

Y no fue antojadizo que se refiriera a esa lucha porque hizo un recorrido de cómo los libertarios la tuvieron en la mira desde el inicio de su actividad en la militancia de redes sociales, y cómo se paró frente a esa posición.

Para terminar usando ese ejemplo como un motivador para entender que la lucha nunca se termina.