Le resulta sencillo a Nelson Castro dejar por un instante su lugar de columnista antioficialista en TN para vestirse el traje de médico y sentenciar sin ningún tipo de acercamiento que certifique sus dichos, que la vicepresidenta padece no solo Síndrome de Ubris, sino que además es "avasalladora, obsesiva y patológica".

Así, ejerciendo la violencia simbólica contra una mujer que tanto se trabaja por erradicar de los medios de comunicación, castigó a Cristina no por sus políticas sino por su condición de supuestamente padecer de desarreglos mentales que la obnubilan y le impiden ejercer el cargo como él quisiera que se ejerza.