Ayer el hijo de Hugo -parte de la estructura massista- salió a cruzar a Ignacio De Mendiguren y Felipe Solá, voceros de la cruzada para erosionar los salarios, pero hoy curiosamente no se atreve a negar un futuro espacio electoral con ese sector.

Ante semejante sincericidio massista, el gremialista tuvo que salir a diferenciarse fuertemente, pero después extrañamente bajó el tono.

¿Reto de papá, o cambio de postura?