La innecesaria agresión de Javier Milei contra Lali Espósito que lo dejó a él como un nene caprichoso y a ella como una artista apoyada por todos sus colegas, dejó al descubierto un aspecto del Presidente que es su doble vara.

Y no sólo por señalar los shows de Lali pero no decir nada de los de Fátima sino que este comportamiento también lo lleva a otros ámbitos como cuando discrimina quiénes son casta y quiénes no.

Lousteau consideró que Lali le contestó con altura dándole detalles de su experiencia laboral cuando el mismo Presidente no puede explicar de qué vive.