Mariano Hamilton destacó el discurso del diputado Damián Arabia, tristemente célebre por irse de viaje al Carnaval de Venecia en plena crisis como uno de los peores discursos.

Pero también el del macrista Oscar Agost Carreño, quien mostró si cansancio al asegurar que había que dar vuelta la página y dejó en claro que son capaces de votar cualquier cosa.

De todos modos lo cierto es que la clave no está en la votación en general sino en la particular.