Marcelo Longobardi ya había contado hace unos días que estaba detrás de una entrevista con Mauricio Macri, no por ser ex presidente sino claramente para hablar de su alianza con Javier Milei y su nuevo papel como armador de la campaña del libertario, pero Macri se mostró esquivo a responderle.

Pero el hecho de que el exmandatario le concediera entrevistas a Eduardo Feinmann y José del Río en lugar de dársela a él lo hizo estallar y acusó a sus colegas de ser “alcahuetes rentados” y al mismo Macri de no atreverse a contestar preguntas de algún periodista que no sea su empleado directo.

La ruptura definitiva de Juntos por el Cambio también generó una fractura evidente entre periodistas que antes estaban del mismo lado pero que ven en los libertarios un límite.

Las declaraciones de Longobardi sin dudas generarán futuros enfrentamientos como los que ya existen entre Feinmann y Rossi contra Novaresio y Tenembaum por el simple hecho de pensar distinto.