Ya desde la OA, cuando aseguró que no investigaría a Mauricio Macri quedó en claro que su cargo era meramente político y sin ningun sentido. De hecho se saltó el requisito de ser abogada para estar en un cargo tan importante.

Pero ahora si encontró su lugar: ser mandadera de Macri en estupideces como el nombre del partido.

Antes de contestar preguntas Laura Alonso se tomó un tiempo para hacer un comentario que evidentemente a alguien le parecía muy importante. Que el nombre del partido es “Juntos por el Cambio” y no Juntos para el cambio como dijo por error alguna vez el Jefe de gobierno porteño.

Ese es el nivel de análisis político que puede hacer esta mujer que fuera una de las que acosó al fiscal Nisman durante toda la noche anterior a su suicidio y que nunca terminó de explicar por qué lo llamó tantas veces.

El nuevo perrito faldero del PRO está buscando un lugar en las listas pero es difícil que lo consiga.