La noticia es doblemente grave. Por un lado, para la industria nacional que se ve perjudicada por las políticas de neoliberalismo y apertura de las importaciones. Por el otro, al tratarse de una empresa de la familia de nada más y nada menos que el presidente de la Nación.

Por lo tanto, las informaciones no pueden ser más obvias. La gigante automotriz china DFSK arribará a la Argentina con sus diferentes modelos a la venta y, seguramente, a un precio más accesible. 

Esto genera terror en los trabajadores del sector quienes podrían ver en peligro sus puestos de trabajo, y se trata de miles. Pero el Gobierno celebra esta decisión.

No obstante, la llegada de los vehículos importados se dará a través de Sidequip, empresa perteneciente al grupo SOCMA, de la familia Macri, y formada en el 2015 con el objetivo de importar y comercializar autoelevadores, tractores y máquinas de movimiento de tierra.

La empresa china cuenta con cuatro modelos de utilitarios que se comercializarán en el país. Estos son C31 Truck Cabina Simple, C32 Truck Doble Cabina, C35 Cargo Van y la PICK UP K01.

El director de negocios automotrices del grupo Socma, Serafín Álvarez Tato, aseguró que es un desafío para la empresa de los Macri “acompañar la llegada de DFSK al país, una prestigiosa compañía y líder en su región, cuyos productos rápidamente se convertirán en herramientas esenciales para los trabajadores, ya que son vehículos innovadores y sumamente productivos en las tareas en que se implementen”.