Desde el Frente Renovador empiezan a revelar sus verdaderas intenciones. Felipe Solá afirmó que la gente está dispuesta a que le bajen el salario para conservar su trabajo, y el empresario De Mendiguren pidió públicamente la suspensión de las paritarias.

Lo que fue un sincericidio para los voceros de Sergio Massa, se transformó en un cachetazo que despabiló a el camionero Pablo Moyano. El hijo de Hugo -titular del gremio camionero y parte del engranaje "renovador"-, pareció despertar a los planes que "la liga de Tigre" diseña para los asalariados.

"Siento asco por los dirigentes massistas que quieren bajar los salarios"."¿Cómo un dirigente que viene del peronismo puede llegar a tener un pensamiento meramente liberal?" se preguntó Moyano y desató la guerra.

"Por supuesto que nos da rechazo que un dirigente que viene del peronismo, que fue un gobernador peronista -en referencia a Felipe Solá- haga estas declaraciones. Rechazamos de cualquier sector que provenga la idea de bajar los sueldos".