“Viva el cáncer”, clamaban los gorilas mientras el pueblo lloraba la muerte de Evita. Setenta años después, los discursos y el odio no cambian. 

El negacionista del genocidio de la última Dictadura, Darío Lopérfido, afirmó que el kirchnerismo es “un cáncer con metástasis” que enfermó a la democracia.

Además de ser poco original en la analogía, lo cierto es que el exministro de Cultura utilizó expresiones de la peor calaña. No hace falta recordar qué ideología era las que proponía extirpar parte de la población. 

Lopérfido, que a menudo trata al peronismo y los sectores populares como si fueran el atraso social y que, paradójicamente nunca terminó el secundario, cae en los discursos más brutos que conoció la humanidad para atacar a los otros. Quizás le haría bien volver al colegio.