Más que algo aislado, el caso Niembro abrió una caja de Pandora de la que diariamente surgen novedades: el parecer, existe en la Ciudad un modus operandi que consiste en la sangría de millones de pesos de presupuesto porteño con la excusa de "pautas publicitarias".

De hecho, el fiscal Federico Delgado abrió una acción penal "a los efectos de impulsar la acción penal" en una denuncia por "presuntas irregularidades en la contratación de los proveedores publicitarios, la distribución de la pauta y la publicación de la información oficial al respecto en el sitio web del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires".

El periodista Werner Pertot, del diario Página 12, que lleva adelante la investigación periodística del escándalo, señala la connivencia entre funcionarios de la Ciudad y los intermediarios, "agencias de publicidad cuya titularidad es poco clara" y que "cambian de domicilio hasta cuatro veces en un año".