Juan Grabois lo dejó en claro al señalar que no le imponen las reglas de juego y que él iba a decir lo que quería decir: nadie le iba a impedir que revelara que Jonatan Viale le había pedido disculpas en privado por las denuncias en su contra.

Eso motivó una reacción desesperada de Nicolás Wiñazki y Santiago Fioriti para que no se refiera al tema, argumentando que Viale no estaba presente.

La incomodidad fue tan grande que llegaron a decirle que si quería hablar de eso tuviera su propio programa.