Cuando Jorge Lanata no le siguió el juego a Jonatan Viale le cambió la cara. Lo que pensaba que iba a ser un ida y vuelta defendiendo la gestión de Milei se convirtió en otra cosa, en la valoración acerca de que un presidente se cruce con un ciudadano de a pie.

Viale se fue hundiendo a medida que caían las palabras de Jorge Lanata, mientras trataba de cambiar el rumbo de la charla, y girarla de Lali al supuesto cambio cultural que estaría queriendo implementar Javier Milei.