Marcelo Bonelli no sabía cómo continuar una charla en la cual todo el tiempo estaba tratando de hacer que el auto no se fuera de la ruta.

Porque Bertie Benegas Lynch se pasea frente a las cámaras -en este caso las de TN- para hacer gala de un libertarismo al limite y delirante que le permite decir cualquier cosa.

De todas formas lo que quedó en claro es el nivel de prejuicio que maneja contra la homosexualidad que le pide que trate de argumentar cómo hacer para segregarlos sin transigir con su ideología extrema.