La nota la hizo en en enero de 2009 el periodista Antonio Próvolo, para le medio italiano L'Espresso, y el que habla es uno de los curas que participó de los abusos a menores en el Instituto Antonio Próvolo de Verona durante tres décadas. Otro de los acusados, Nicola Corradi de 82 años está acusado de repetir el repudiable accionar con niños argentinos recientemente en el el Instituto de Luján de Cuyo, en Mendoza. 

Las confesiones de este cura, de quien no se aclara el nombre, que fueron reproducidos por el medio Infobae este lunes, son escalofriantes ya que el sacerdote admite haber participado de los abusos y asegura que esta práctica era habitual en sus pares. 

"Sí, yo era un pedófilo", confesó el sacerdote. "Si se enteraran en el Próvolo que hablé, sería inmediatamente expulsado… y no sé dónde ir. Tengo pesadillas pensando que voy a quedarme sin casa", admitió el hombre que durante años sometió a la peor pesadilla a niños de entre 7 y 10 años.

El cura dijo estar "avergonzado de los sacerdotes que niegan y hacen silencio. Hay mucha hipocresía y 'omertá'", dijo el cura sin que le temblara la voz.

"Sí, yo soy uno de los acusados ​​por las personas sordas que vivían en el Instituto Próvolo de Verona. De las cosas que he hecho no hay nada que ocultar, yo al menos tengo el valor de decir la verdad mientras otros guardan silencio", dioj. 

Sobre los niños que abusó dijo que "el primero tenía 7 u 8 años, no recuerdo exactamente. Estuve con quince pequeños sordos, pero con cinco o seis de ellos tenía contactos más frecuentes… Bueno, creo que estuve con trece… o tal vez un par más".

A continuación, la nota completa:

-¿Cuántas veces ha abusado?
-Una o dos veces al mes, a veces pasaba más tiempo.

-¿Cuánto tiempo ejerció esa violencia contra los niños?
-Muchos, muchos años. Yo no recuerdo exactamente, pero muchos, muchos años. Empecé siendo un hombre joven y en ese entonces no me di cuenta… era un simple asistente. Lo hacían casi todos en otras instituciones. Era normal. Ese fue el mal hábito.

-¿Vio a otros abusar de los niños en el Próvolo?
-Sí, vi abusar (da el nombre de tres religiosos). Se podían ver las actitudes… De nuestro grupo, solo muy pocos se han salvado de la pedofilia.

-¿Alguna vez alguien fue expulsado del Instituto por pedófilo?
-Sí, hermano… (se refiere al cura Danilo Corradi, superior del Próvolo, que recibió una admonición canónica porque «las acusaciones no pudieron ser probadas, pero ante la duda se dispuso la estricta vigilancia de los responsables de su comportamiento").

-¿Por qué él sí y otros no?
-Fue un violento, el más malo, dañó a los niños y fue enviado lejos.

-¿Continuó la violencia sexual después de aquel episodio?
-Sí.

-¿Los superiores del Instituto sabían lo que allí ocurría?
-Por supuesto que conocían lo que pasaba.

-¿Les confesó a otros sacerdotes que usted era un pedófilo?
-No, me puse de rodillas y me confesé ante Dios y oré. Le he pedido perdón al Señor. La pedofilia ha hecho tambalear mi vida… Pero encontré en los niños una cierta belleza, una cierta atracción.

-¿Hablaron entre ustedes, en la intimidad del Próvolo, de la acusación de pedofilia después de que se conociera la investigación de L'Espresso?
-Sí, la reacción fue fea, chocante, pero la mayoría permaneció en silencio, porque sabía lo que allí ocurría. Salió a la luz una cadena de odio entre los sacerdotes… Es difícil compartir la mancha de la pedofilia y todo el mundo guardó para sí sus pensamientos. Además, el abogado nos dijo que no habláramos con nadie. Pero alguien habló y le fue bien… Yo también quise hablar y ahora me siento aliviado. Lo digo así, de un modo simple: me equivoqué, estoy mal, pido perdón.