Si quisieron hacer un pase cordial y distendido no les salió, y si la intención era que cada uno dijera lo suyo sin incomodar al otro, tampoco lo lograron.

La cara de Viviana Canosa reflejó la incomodidad que sentía cuando Jonatan Viale lanzaba una advertencia al aire, sin referencia específica, pero que le calzaba como un guante a su compañera de estudio.

Al quejarse de aquellos que indican a quién se debe votar y a quién no -como si él no lo hubiese hecho durante años, pegándole al peronismo e instando a votar a Juntos por el Cambio- el rostro de Canosa cambió de expresión, abandonando la sonrisa,  poniéndose en guardia y sacando a relucir las garras, sabiendo que el palo estaba dirigido a ella por no apoyar a Javier Milei.