A pesar de haber normalizado que el Presidente de la Nación resida en un hotel cinco estrellas donde no hay control alguno sobre las visitas que recibe, finalmente Javier Milei se muda a la Quinta de Olivos.

En el país en el que según él “no hay plata” más allá de la fortuna que el Estado gastará en el hotel, también se están haciendo reformas en la Quinta de Olivos destinadas a sus perros con materiales importados que aún no han llegado.

De hecho los mastines del Presidente aún no irán a Olivos por lo que la mudanza pudo haberse realizado hace varios días o al menos podrían haber buscado una mejor excusa para justificar que el hombre viva y trabaje desde el Hotel Libertador.

Javier Milei ya adelantó que sólo irá a la Casa Rosada los martes y jueves para las reuniones de gabinete y que no usará el helicóptero.