Es una marcha que seguramente va a quedar en la memoria del pueblo y en espacial de las juventudes. Es el día que se unieron para ponerle un freno a las políticas de ajuste libertario.

En una de las peores decisiones de su gestión, Javier Milei se metió con uno de los símbolos de mayor orgullo y factores de movilidad social que todavía el país tiene en pie: la educación universitaria pública, libre y gratuita. 

Cientos de miles de estudiantes se movilizan en las calles. Y no son solo de la UBA. Desde La Plata llegan de a millares, para hacerse visibles en la gran marcha que va de Congreso a Plaza de Mayo.

Lo mismo sucede en cada terminal de colectivos y trenes que atraviesan de norte a sur el conurbano bonaerense. Las universidades nacionales del conurbano, que le permite a cientos de miles de jóvenes tener la posibilidad de ser la primera generación de sus familias en llegar a las casas de altos estudios. 

Javier Milei, en su afán de dejar que todo lo resuelta el mercado, está dispuesto a barrer con  los trabajadores del Estado, con los subsidios a quienes menos tienen y más lo necesitan, pero también con la educación. 

Todo el arco político que no es de ultra derecha salió esta tarde a defender el valor más preciado que tiene nuestro pueblo: el de poder educarse.