Desde que irrumpió en la escena nacional sosteniendo que había tenido una noche de hotel con el cantante británico Robbie Williams, Amalia Granata mostró que estaba dispuesta a todo y que no la iban a arriar con dos gritos en los programas de espectáculos.

Con esa impronta ingresó en la política -adonde arribó apalancándose en su militancia en los pañuelos celeste pro vida en la discusión por la aprobación del aborto- y no bajó su forma de intercambiar opiniones ni ante las figuras más reconocidas.

Ahora le llegó el turno a Carolina Losada, una arribista que saltó a competir por la gobernación de la provincia de Santa Fe desde los sets de televisión, y la atendió para que tenga y guarde.