Tanto nadar en el océano para ahogarse en la orilla. Eso le pasó a José Luis Espert quien durante cuatro años se mostró como una alternativa distinta y superadora a las propuestas existentes, y a pocas semanas de la confirmación de las candidaturas y viendo sus magros números, decidió refugiarse en el un espacio más seguro.

Primero consiguió el apoyo de Miguel Ángel Pichetto, quien respaldó su ingreso a Juntos por el Cambio, y luego fue por el hueso más duro de roer, la Coalición Cívica, que mira con desconfianza a los dirigentes libertarios.

Pero el permiso obtenido le asegura el ingreso a la principal alianza opositora y abre un espacio para otra candidatura libertaria en la provincia de Buenos Aires aunque tenga pocos días para que se lance.