Lo hecho, hecho está, dice el dicho y se aplica a la perfección al funcionamiento de las redes sociales. Se pueden borrar las cosas que se publican, pero basta con que alguien haya hecho una captura para que eso que preferíamos no haber escrito quede expuesto para siempre.

A Nik se le ocurrió que podía hacerse el picante contra los que salieron a cacerolear y publicó un tuit bancando la apertura indiscriminada de la economía que pregona Mieli, bancando la llegada del servicio del internet de Elon Musk, Starlink, con el nuevo marco regulatorio.

El detalle que pasó por alto es que el principal jugador de ese mercado es Fibertel -empresa a la que criticó- cuyo dueño es el mismo grupo Clarín donde el dibujante trabaja.