Ernesto "Nabo" Barreiro vivía desde hacía más de una década en The Plains, a unos 80 kilómetros de Washington DC, en un pueblo de 200 habitantes rodeado de naturaleza y con negocios propios. 

En la planta baja de su casa familiar funcionaba "FB Art Gallery & Antiques" donde vendía artesanías asiáticas y cuadros de pintores latinoamericanos. Además tenía un negocio en la calle principal de The Plains llamado "Pampa´s corner" en el que vendía monturas y otros productos de cuero importados de nuestro país junto con pósters con motivos tangueros.

Barreiro mantenía buena relación con sus vecino que desconocían su nefasto pasado, hasta que finalmente  los abogados de los familiares y víctimas de sus atrocidades en Córdoba obtuvieron una pista de que estaba en Estados Unidos. 

Así la Justicia solicitó su captura internacional y el domingo 1° de abril de 2007, la policía de Viginia tocó a su puerta para detenerlo y así poder ser juzgado por crímenes de lesa humanidad. Fue expulsado de Estados Unidos por mentir en su entrada a ese país al afirmar que no tenía causas pendientes. 

Hoy, 25 de agosto de 2016, fue condenado a prisión perpetua  por 228 privaciones ilegítimas de la libertad, 211 imposiciones de tormentos, 65 homicidios calificados, 13 tormentos seguidos de muerte y el robo de un menor de 10 años.

Fuente: Infobae.