Casi peor que lo que hicieron fue que el mismo Esteban Trebucq lo subió a sus redes como si fuera algo gracioso, o si no demostrara que el periodismo quedó en el camino hace rato.

Cualquier periodista que se precie de tal, y cualquier ciudadano de a pie que tenga una mínima idea de política sabe que la mayoría del tiempo los diputados y senadores no están en sus despachos porque están, justamente, haciendo política.

Por eso no sólo resulta extraño sino hasta ridículo que Esteban Trebucq y Luis Gasulla pretendan que algun senador les atienda el teléfono directamente en su despacho y no a través de su jefe de prensa que es lo que se debe hacer para tener contacto directo con algun legislador.