El portal En Orsai publicó una nota acerca de este 'monopolio oculto' que es posible a partir de la apropiación de Papel Prensa, durante la última dictadura cívico-militar, por parte de Clarín y La Nación.

Tanto el grupo Clarín como La Nación plantearon incrementar los costos de distribución para las revistas culturales y de esa manera manejar el mercado.

Con la caída en las ventas de los diarios, lo que se intenta es que las revistas, que no forman parte de esos medios, no tengan circulación. El marco regulatorio le permite este tipo de prácticas a partir del decreto firmado en 2001 por la  ex ministra de Trabajo, Patricia Bullrich y que habilita la no intervención del Estado.

La presidenta de la Asociación de Revistas Culturales Independientes (AReCIA), Claudia Acuña, argumentó que “están tratando de provocar una crisis para que haya menos dinero en manos de los canillitas, para forzar vender a los kioscos que Clarín y La Nación compran a precio vil. Esta política ya les permitió quedarse con 300 puestos de diarios en la capital y dos recorridos de distribución”.

“Clarín pensó una estrategia de reconfigurarse hacia las revistas. Hace cinco años Clarín no tenía ninguna revista y hoy tiene 35, ninguna la creó. Todas las comió acorralándolas”, explicó Acuña a través de FM En Tránsito.

“En lo que va del año fue del 230% el aumento del papel. Son las mismas empresas que son dueñas del monopolio, ahora quieren concentrar el mercado de venta y distribución para determinar qué llega y qué no”, destacó la presidenta de AReCIA.