"Todos los males de Argentina están en el conurbano", afirmó el legislador porteño Roberto García Moritán de Pampita. “La informalidad, el narcotráfico, la corrupción”, aclaró.

Lo cierto es que esta afirmación está lejos de ser cierta. La Ciudad de Buenos Aires es la capital del negociado inmobiliario, sólo por da un ejemplo. La droga circula tanto o más que en el conurbano y ni hablar del alto porcentaje de trabajadores que están precarizados en distinta forma.

Pero no pasa por una cuestión de ignorancia, sino por una forma de desprecio histórica que la derecha tiene con los habitantes del conurbano, cuna de la ideología peronista, que supo gestar el 17 de octubre y que llena la Ciudad en cada manifestación popular.