A Javier Milei le gustaba mostrarse volando en aviones comerciales y recibir el afecto de la clase acomodada que todavía puede darse esos lujos pero hay cuestiones de seguridad que se lo impiden.

Esto no es algo nuevo sino que es obvio, para eso los países tienen aviones oficiales que tienen la protección de sus fuerzas de seguridad pero además el hombre decidió meterse innecesariamente en un conflicto como el de Israel con Irán lo que elevó el nivel de alerta.

El ministerio de Seguridad tuvo que elevar un “informe reservado” al Poder Ejecutivo para que se dieran cuenta de algo que era demasiado obvio y desde ahora Javier Milei tendrá que empezar a utilizar el Tango que hasta ahora dormía el sueño de los justos.