A esta altura a nadie puede sorprender que las promesas de campaña de Javier Milei no se vayan a cumplir.

La primera y más importante es que el ajuste no lo pagará la política ni la casta sino el pueblo, incluyendo a los que lo votaron, según dejó en claro Eduardo Feinmann.

Pero una de las principales premisas de Milei, aún antes de ser candidato, era la de dinamitar el Banco Central, pero Santiago Bausili, quien estará al frente del organismo, rechazó de plano su cierre.

Párrafo aparte merece la manera en la que próximo titular del Central evitó hablar de su extraño desprocesamiento a días de asumir su nuevo cargo, como había informado Alfredo Leuco.