En una competencia pocas veces vista -ni durante el gobierno de Mauricio Macri se ha visto tal nivel  de ajuste acompañado por personajes dispuestos a arrojarse sobre la granada, lo que habla de un punto de militancia extrema que no debe pasarse por alto- en los medios hegemónicos todos los días hay alguien que deja una frase para el recuerdo.

Puede ser que surja de una nota en la calle donde alguien expresa su sentimiento, incluso reconociendo que votó a La Libertad Avanza pero que con los peronistas se vivía mejor, o desde un comunicador como Ernesto Tenembaum aniquilando a Federico Sturzenegger.

Pero lo del economista Fernando Marull, contento porque los argentinos finalmente se iban a dar cuenta de que andar en auto cuesta mucho dinero, es insólito.