Hay un relato sobre la inmigración en el país que romantiza la llegada de los europeos a nuestras tierras, cargándolos de virtudes exageradas solo para diferenciarla de la llegada de extranjeros latinoamericanos en la actualidad.

Luis Palma Cané, un economista de la Fundación Fimades, se subió a esa versión de la historia para desarrollar una argumentación xenófoba contra la inmigración boliviana y paraguaya en el país.

Para suavizar sus palabras, que destilaban odio, solo ensayó una aclaración: “sin ser peyorativo”, dijo después de expresar el pensamiento más discriminador posible.