En la mañana de este lunes, Mauricio Macri y Nicolás Dujovne salieron a anunciar el último o penúltimo manotón de ahogado de un Gobierno que hace agua por los cuatro costados; el objetivo, según se dice, fue tranquilizar a los mercados.

Sin embargo, el tiro parece haber salido por la culata, porque los mercados se mostraron tan nerviosos como durante los últimos meses y especialmente durante la semana pasada, cuando el dólar pegó el repentino salto que lo llevó a cotizar 41 pesos.

Aquella 'magia' que perduró hasta octubre del pasado, hasta las legislativas, parece haberse esfumado: cada vez que habla el Presidente con intención de poner paños fríos a esta "emergencia" –como la calificó el mandatario–, solo atiza el fuego.

En concreto, Macri y el ministro de Hacienda anunciaron este lunes la batería de medidas con la cual apuntaban a poner la casa en orden y el mercado financiero –sostén económico del macrismo– respondió con un nuevo torbellino: el dólar sigue en alza.

Pasado el mediodía, la divisa se disparaba un 3,6 por ciento, llegando a venderse a 39,38 pesos en bancos y agencias del microcentro porteño, según el promedio realizado por Ámbito.com, mientras que la divisa mayorista trepaba un 4,5 por ciento, llegando a 38,50 pesos.

De nada sirve, al parecer, que el Presidente demantelara de un hachazo el "mejor equipo de la historia", dejando víctimas en el camino como los dos laderos de Marcos Peña: Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. Era, según dicen, el único modo de seguir sosteniendo al jefe de Gabinete... 

La respuesta al revés sufrido por el oficialismo hay que buscarla en las propias palabras del ministro Dujovne, quien acabó confesando el derrumbe de la política macrista y su total fracaso en los frentes en los que Macri hizo siempre hincapié. 

De la promesa de bajar la inflación, el titular de Hacienda salió a confesar su multiplicación, más allá incluso que lo previsto por analistas y organismo internacionales: un 42 por ciento a diciembre de este. Muy lejos del 15 previsto para 2018 a finales del año pasado.

Se trata de otro récord que batirá la gestión Macri: de llegarse a ese guarismo, será la más alta desde 1990, superando a todas las registradas por el llamado IPC Congreso durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

Pero Dujovne no se quedó ahí al prometer otra catástrofe económica: según el Ministerio que conduce Dujovne, se prevé para este año una caída de la actividad económica de 2,4 por ciento y, más allá aún, el estancamiento de la actividad para 2019.