“Yo vi las condiciones en las que Milagro Sala está detenida: dramáticas”, sostuvo Inés Peña, la presidenta de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos de Jujuy. Ella visitó a Sala en el penal de Mujeres del Alto Comedero, donde hace más de 25 días no hay agua caliente. Además, el establecimiento no cuenta con calefacción y los familiares no pueden llevar ropa de abrigo, colchas o sábanas para las detenidas.

El viernes pasado, los abogados de Milagro Sala presentaron un habeas corpus por el agravamiento de las condiciones de detención e hicieron responsables a las autoridades nacionales y de la provincia “por permitir la violación de los estándares mínimos respecto a las condiciones de detención de personas privadas de su libertad”. Los organismos de derechos humanos de la provincia preparan un comunicado en el que caracterizan a la situación como “dramática e inhumana” y las detenidas evalúan iniciar una huelga de hambre.

“Los organismos de derechos humanos estamos muy preocupados por la manera en la que se van agravando las condiciones de detención de Milagro Sala”, explica Inés Peña a Página12.

Durante el día, la organización Tupac Amaru difundió un comunicado de tono “urgente” para denunciar la situación, “Desde que la Tupac Amaru convocó a un congreso nacional de la organización y a un encuentro nacional de los comités por la liberación de Milagro Sala en Jujuy previsto para el día 11 de junio, (el gobernador de Jujuy) Gerardo Morales ha suspendido el servicio de agua caliente en el penal donde la diputada del Parlasur está detenida junto a otras integrantes de la organización”, explica el comunicado. “En este estado de situación, el presidente Mauricio Macri y su ministro de Justicia, Germán Garavano, son responsables frente a la comunidad internacional por permitir la violación de los estándares mínimos respecto a las condiciones de detención de personas privadas de su libertad”, sostienen.

Otro punto de denuncia importante es la supervivencia de las celdas de castigo. Milagro Sala dio cuenta de ese sistema prohibido en otros lugares, ya en el mes de marzo, durante la primera visita del Comité por la Libertad de Milagro. Una de sus compañeras de penal había pasado la noche en una celda de castigo a la que llaman Chancho porque cuando estaba jugando al fútbol una celadora dijo que le había pegado un pelotazo. “Estuvimos con una presa que se intentó suicidar y cuando le dieron el alta, la mandaron un mes castigada a ese sitio. La situación es realmente tremenda. El trato de las guardias y de las celadoras varía de acuerdo a cómo están de ánimo, y si van mal de ánimo se desquitan con las presas. Hay gente muy enferma y con dolencias. Tienen insuficiencias, problemas de osteoporosis, porque entre ellas hay mujeres grandes. Nosotros estuvimos unos veinte minutos y se nos metió el aire frío y la humedad entre las piernas, imaginate lo que significa esto durante la noche. Las temperaturas de hoy bajaron a los seis y siete grados. Más una llovizna tenue que hubo durante todo el día, la estadía se hace muy fría. La situación se agrava con los techos de chapa y la infraestructura en ruinas del establecimiento. Esto agrava la vejación de mínimos derechos que es de lo que estamos hablando, por cierto no sólo para las presas sino para la gente que las visita, que están horas para entrar abajo de la lluvia”, denunció Inés Peña.