La interna porteña de Cambiemos comenzó con el primer día hábil de abril: Martín Lousteau, a quien muchos consideran la llave que abre la puerta para salir de la hegemonía del Pro en la Ciudad, renunció a su cargo como embajador en los Estados Unidos.

No obstante, hay observadores que apuntan a causas menos profanas para la vuelta del excandidato a jefe de Gobierno a tierra argentina.

En concreto, se lo señala como autor material (o al menos firmante) de la carta de intención que el Gobierno enviara al Congreso norteamericano, con el objeto de adquirir 2.000 millones de dólares en armas para “combatir el terrorismo” en nuestro país.

El nuevo escándalo que desató el ‘affaire’ y el consiguiente perjuicio para el oficialismo en un año electoral, habría disparado la búsqueda de ‘chivos expiatorios’ que tuvo a Lousteau, finalmente, como quien finalmente expió la culpa con su renuncia.

Una renuncia que, no obstante, le viene como al dedillo: la bancada que conduce, de seis legisladores porteños, suele jugar a ser oposición cuando se trata de aprobar o desaprobar iniciativas del Pro en la Ciudad.

Como se sabe, enfrentó en 2015 a Horacio Rodríguez Larreta y obtuvo un nada despreciable caudal de votos; de hecho, ECO (su partido) compitió palmo cada uno de los diferentes barrios porteños y representó una seria amenaza electoral para el macrismo puro: perdió por apenas tres puntos porcentuales.

Y él mismo lo anunciaba a fines de 2016: Energía Ciudadana Organizada participaría de las elecciones legislativas de 2017, con él como figura excluyente.

"Nuestro espacio va a estar representado el año que viene (por este año) y en 2019. Como estuvimos cerca y formamos un equipo de gestión en las distintas áreas, vamos a presentar lo mismo en 2019 y el año que viene vamos a decidir la mejor estructura para ir a la elección", explicaba.

Días atrás, incluso, sectores del radicalismo le reclamaron una determinación: que anuncie que será candidato en las próximas elecciones legislativas. Como se dijo, lo ven como la única figura capaz de derrotar al Pro en la interna macrista.