Para la paupérrima oposición argentina, Nicaragua es el nuevo Venezuela, o al menos eso fue lo que quiso dejar en claro la presidenta del PRO en el programa de su amigo Joaquín Morales Solá.

Lo más triste de todo es que esa comparación incomprensible tiene como único objetivo conseguir más votos de la gente que no entiende las diferencias entre los países y se deja arrastrar por esta gente que, evidentemente, tampoco las entiende.

Ante la clara evidencia de que desde hace al menos una década venían pregonando que íbamos en camino a ser Venezuela y eso nunca pasó ni por lejos, ahora intentan compararnos con Nicaragua, que tampoco tiene relación alguna con la realidad política y social de la Argentina.