Este miércoles, la comunidad que trabaja con las problemáticas de discapacidad se congregó en Plaza de Mayo para reclamar al gobierno nacional revisar las políticas de ajuste en el área.

La de hoy fue la primera de tres marchas a la que convocaron los Centros de Día, Rehabilitación y Educativos terapéuticos, hogares, servicios de apoyo a la inclusión escolar y residencias (nucleados en el Foro de Promoción y Defensa de los Derechos de las Personas con Discapacidad y la Federación Argentina de Entidades Pro Atención a las Personas con Discapacidad Intelectual), transportistas (Asociación de Transportistas y Amigos de Educación para Capacidades Distintas) y familiares.

Las sillas vacías en la plaza frente a la Casa de Gobierno es la reedición de una manifestación histórica que se realizó en 2001. 

"La idea es visibilizar la crítica situación del sistema de atención a personas con discapacidad”, le confió un trabajador a Diario Registrado.

Y enumeró a pedido: "Se quitaron pensiones, hay falta de pago a las instituciones y atrasos en hacerlos efectivos; es necesario reconsiderar aranceles en base a la inflación, y todo lo que hace a la entrega y distribución de medicamentos".

Estos reclamos están incluidos en el petitorio dirigido al presidente y entregado en la Casa Rosada, para que “se dé marcha atrás con la decisión generalizada de dar de baja pensiones no contributivas por invalidez por incompatibilidad con el Decreto 432/97 y que el Programa Incluir Salud cumpla con la atención integral de las personas con discapacidad en todo el país y en particular con la entrega de medicamentos, pañales, ortesis, prótesis e insumos”, tal leyó el tiutlar de la Asociación Argentina de Padres Autistas.

Sillas vacías en plazas llenas

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Mauricio Polchi on Twitter

17 años después, la reedición de la "Marcha de las sillas vacías" caminó enrededor de las Pirámide de Mayo, entre caras de angustia, remeras negras con la leyenda 'No al Ajuste en Discapacidad' y esa tranquilidad nostálgica que da estar en el lugar donde se reclama. 

Ese reclamo y esa lucha tendrá continuidad a fines de noviembre (el 21), cuando niños con discapacidad cuelguen sus dibujos también en la plaza y mirando a la casa de Gobierno.

"Mirá yo soy docente y laburo en centros, nos pretenden dar un 11% de aumento, a los transportistas 5, el escenario de la discapacidad es un desastre, yo en 2001 no laburaba pero los compañeros dicen que es muy parecido", resume casi al oído el interlocutor que guió al cronista por la plaza.

Una plaza ya sin sillas, ni consignas, ni banderas; el traqueteo laboral y turistico vuelve a llenarlo todo y parece no enterarse de la realidad efectiva.

Todo tan parecido -padecido- al autismo.