La derecha española intentó vender la reforma laboral como una medida que ayudaría a los trabajadores a conservar su empleo. Con algunos medios que respaldaron la iniciativa, el PP logró poner en marcha la ley y en poco más de un mes, las estadísticas le dan, como era de prever, la razón a los trabajadores.

Es que la ley tenía como medida más importante la reducción casi total de las indemnizaciones, una medida radicalmente opuesta a la que se tomó en la crisis del 2001 en Argentina donde la indemnización debía ser doble para echar un trabajador; algo que se derogó recién en 2007 cuando el Gobierno Nacional había logrado ya un significativo crecimiento del empleo.

En España, la derecha vendió una medida antipopular con la ayuda de los medios y hoy, muchos de los votantes del PP, se ven muy perjudicados por la trampa que les tendieron. Unas 38.000 personas se quedaron sin sus trabajos en marzo; resulta evidente que la reforma laboral fue hecha a medida de los empleadores para aliviar su carga en los despidos.

Con un aumento del 0,82% con respecto a febrero, el desempleo en España desde marzo de 2011 se incrementó en 417.198 personas, lo que supone un 9,63% más. En marzo el desempleo subió en todos los sectores, especialmente en servicios, con 15.062 personas (el 0,54%), seguido de la industria, con 4.988 (0,93%); agricultura, 4.882 (2,99%) y construcción, 2.444 (0,30%), mientras que entre el colectivo sin empleo anterior aumentó en 11.393, el 2,84%.

Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), hecha pública a finales de enero pasado, el número de desempleados en España rebasó la barrera histórica de los cinco millones de desempleados (al cifrarse en 5.273.600), lo que sitúa el índice de desempleo en el 22,85%.

Así, con su reforma laboral, Rajoy le ahorró millones de euros en despidos a las patronales españolas. La reforma laboral atentó contra los trabajadores y hundió a España aún más.