La titular de la Dirección Nacional de Migraciones, Florencia Carignano, sostuvo hoy que la decisión de reducir a 600 el cupo de argentinos que diariamente ingresan al país del exterior se debe a "medidas de seguridad sanitaria" para cuidar de todos la sociedad y destacó la posición pública del ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, quien se manifestó hoy a favor de "disminuir los viajes internacionales".

"Es importante entender que las recomendaciones que damos no tienen que ver con partidos, ni con posiciones políticas. Se trata de medidas de seguridad sanitaria para cuidarnos a todos y todas. La pandemia no pasó", señaló la funcionaria a través de Twitter en referencia a las palabras de Quirós.

Tweet de Florencia Carignano

En su cuenta de la red social, la funcionaria nacional publicó una nota que daba cuenta de las declaraciones de Quirós esta mañana, en su habitual conferencia de prensa, en la que llamó a "disminuir los viajes internacionales" para evitar el ingreso de la variante Delta.

Más temprano, en diálogo con radio Continental, Carignano había criticado a los que "tratan de aprovechar el malestar lógico" generado por el coronavirus "para hacer política" y aclaró que "el problema no son las medidas, el problema es la pandemia que azota a todo el mundo".

Luego de señalar que "el mundo está tomando medidas en el mismo sentido" que las adoptadas en Argentina, reiteró que "el problema no es viajar ni Miami" sino las nuevas variantes que "pueden poner en juego todas las actividades que los argentinos logramos reabrir con mucho esfuerzo".

"Preferimos que algunos se enojen por demorarse unos días más en sus vacaciones a que miles de comerciantes tengan que cerrar sus negocios o miles de chicos tengan que dejar el colegio por un rebrote de la cepa Delta", añadió.

La titular del organismo que controla las migraciones recordó que desde hace tiempo el Gobierno viene dando "la recomendación de no viajar en este tiempo de pandemia porque pueden surgir situaciones como la actual, en la que tuvimos que restringir a 600 los pasajeros que llegan por día al país en Ezeiza".

"La gente, cuando sale, firma una declaración jurada donde acepta que puede haber una reducción de vuelos, y que se hacen cargo económica y sanitariamente de todas las consecuencias, y de las características diferentes que pueda tener su regreso al país", agregó.

La medida adoptada, dijo Carignano, responde "a la preocupación" que generaba el incumplimiento de la cuarentena obligatoria que se venía constando entre los pasajeros y que llegaba al 40%.

"Cuando uno ve lo que está pasando en el mundo con la variante Delta, se preocupa aún más, porque en la Argentina estamos vacunando contra reloj, y el ingreso de ese tipo de coronavirus podría retrasar todo el esfuerzo que venimos haciendo los argentinos", apuntó.

De ese modo, destacó que "las decisiones en pandemia se toman de un momento para el otro porque van apareciendo riesgos todo el tiempo", y recordó que eso pasó cuando se suspendieron los vuelos "a Gran Bretaña al aparecer la variante de ese país el año último".

"Por eso decidimos ahora tomar cartas en el asunto y, entre las medidas que tomamos, está el cupo de 600 personas diarias", añadió.

Subrayó que también "se dispuso que las provincias y la ciudad de Buenos Aires se encarguen de dónde hacen el aislamiento esos pasajeros, y deben garantizar el efectivo cumplimiento de la cuarentena".

"Es en el aislamiento donde hay que ajustar el mecanismo para que los pasajeros que ingresen cumplan efectivamente los 7 días de cuarentena, y eso es tarea de cada jurisdicción", dijo.

Finalmente, apuntó que "si un pasajero da positivo va a un hotel sanitario junto con quienes viajó, y allí quedan hasta que el Instituto Malbrán determina que tipo de variante lleva el contagio; si el pasajero da negativo debe guardar aislamiento en el lugar que marcó en su declaración jurada durante 7 días".