En una de las notas principales publicadas en el diario Clarín, a partir de una "investigación" realizada por el periodista Marcelo Bonelli, el ministro de Planificación Julio De Vido sería investigado por presunto pago de sobornos a compañías británicas.  Lo que resulta llamativo son las fuentes que utiliza, o mejor dicho, que nunca confirman nada.

En un detallado análisis de Javier Romero en Duro de Domar este puso de relieve como el periodista de Clarín usó "fuentes" que en realidad nunca confirman nada. Estas son: el SEC (las siglas en inglés para la Comisión de mercados y valores estadounidense), la British Petroleum, Pan American Energy y el Ministerio de Planificación.

Según Bonelli, en el título y bajada del artículo escrito por él, sus fuentes le habrían indicado que Julio De Vido habría participado de sobornos pero, como señala Romero, a lo largo de la nota termina por escribir que en realidad nadie le confirmó nada. Incluso la SEC deslindó cualquier tipo de responsabilidad en la investigación al señalar que se trata de una cuestión meramente empresarial.

¿Estamos ante la clásica estrategia de vender sensacionalismo político sin chequear?