Pocas horas antes del partido entre Brasil y Croacia, la policía militarizada dispersó a centenares de manifestantes que se oponen al Mundial e intentaban marchar hacia el estadio Itaquerao, donde disputó el encuentro inaugural, con un saldo de decenas de heridos y detenidos.

"Vi lo de San Pablo y son imágenes que veo permanentemente en Buenos Aires: esa cantidad de manifestantes y el nivel de agresividad, como que quieren romper todo", dijo Sergio Berni en declaraciones radiales.

Sobre el accionar de los efectivos de seguridad durante los incidentes, el funcionario indicó que "hasta ahora la experiencia dice que si pasa algo así acá, el que va preso soy yo. No es una especulación, es la experiencia".

Al comparar el accionar del gobierno nacional con el del gobierno porteño respecto a piquetes y cortes de calles, así como otros métodos de protesta como el acampe villero en el Obelisco, Berni señaló que "el gobierno de la Ciudad tiene una escoleta de letargo cuando tiene que resolver estos problemas".

"En los lugares en que la responsabilidad es nuestra, es decir jurisdicción del gobierno nacional, siempre estamos trabajando", dijo, añadiendo que "necesitamos que se aplique la ley, generar mecanismos para que no sucedan" hechos como "cortar vías la General Paz o la Panamericana" porque "causa un daño muy grande".