La gobernadora María Eugenia Vidal llegó a la ciudad bonaerense de Bahía Blanca para celebrar el aniversario 188 del municipio, pero poco importó que tuviera anuncios de obras por 6 mil millones de pesos: los trabajadores nucleados en UOCRA, docentes de Suteba y los auxiliares de la Educación enrolados en Soeme se manifestaron en las calles aledañas al centro reclamando por el alto nivel de desempleo -alcanzaría el 25 por ciento- por la postergación del Boleto Estudiantil Gratuito, y bajo la consigna "trabajo y salarios dignos".

El día en que se celebra el aniversario de la ciudad, la gente no pudo acceder a la Plaza Rivadavia para manifestarse: un intenso operativo policial que incluyó el uso de gas pimienta por parte de los uniformados, valló la zona donde la gobernadora dio una conferencia de prensa y participó de un acto junto al intendente Héctor Gay.

Mientras la seguridad de la ciudad se preparaba para recibir a la Gobernadora, un nutrido grupo de manifestantes cortó una de las calles céntricas, por lo que las autoridades en seguridad decidieron montar un vallado con custodia policial en cercanías a la Casa Coleman, a donde llegó Vidal.

Según publicaron algunos periodistas locales en Twitter, se vivieron momentos de tensión y se llegaron a disparar gases que provocaron ardor entre los manifestantes.

“La inversión se realizará con fondos propios de la Provincia más lo que aporte el Polo Petroquímico”, explicó Vidal sobre las obras en el acueducto del Río Colorado, la planta depuradora y la ampliación de la planta potabilizadora Patagonia.

En un acto junto al intendente Gay, la Gobernadora se refirió además a la situación de la empresa ABSA, sostuvo que es "deficitaria" y prometió a los bahienses que "lo que pagan por mes ahora sí se va a ver reflejado en obras y se va a ver rápido". 

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