Baby Etchecopar es un representante clásico del gorilismo argentino, desplegando su odio de clase, sus prejuicios, su falta de empatía y su deseo de subordinar a los sectores más humildes a las reglas duras del mercado.

Estas elecciones lo pusieron en un brete, por un lado por los cruces que tuvo con los libertarios -quienes lo pusieron como un ejemplo de lo que caracterizaron como ‘viejos meados’- y por otro agarrándose la cabeza ante cada gol en contra que cometía Juntos por el Cambio, desesperándose en su militancia por Patricia Bullrich.

El día después, con los resultados puestos, Baby dejó aflorar toda su bronca por haber perdido una elección que seis meses atrás parecía ganada con comodidad por la alianza que lideraban el PRO y la UCR.

Tanto que manifestó que su gorilismo se está empezando a desintegrar.

¿Qué puede hacer cambiar de opinión a Baby?

Como si quedaran dudas de a quién piensa votar Baby, el periodista se encargó de aclarar explícitamente que apoyará a Sergio Massa por una cuestión personal que fueron los ataques directos del candidato libertario hacia su persona.

Aunque, tibio como siempre, Baby se comprometió a rever su decisión si Javier Milei le pide disculpas por haberle dicho hijo de puta, ensobrado y que era parte de la casta. Además de “viejo meado”, claro.

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