Abrieron la puerta y salieron los monstruos a asustar a la gente. El problema va a ser ahora volver a cerrarla. El crecimiento de la ultraderecha de la mano de Javier Milei no solo significa un retroceso en los derechos laborales -por los que vienen-, sino también un mapa diferente en los derechos civiles.

Si ya anunciaron que la ESI y el ministerio de la Mujer serán suprimidos, esta es solo la punta del iceberg que ahora mostró su cara más grande: la reescritura de la historia reivindicando lo hecho por la Dictadura.

Y si bien al principio fueron dirigentes como Victoria Villarruel quienes lo manifestaron, empiezan a despertarse otras voces, como la de Baby Etchecopar, para ser parte de un discurso coral criticando a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, y la visión de los sucedido en el país en los años setenta.