El canciller Héctor Timerman envió una carta a su par de Uruguay, Luis Almagro, tras recibir un informe de la delegación oriental ante la Comisión Administradora del Río Uruguay, en el que se detallaba la autorización definitiva para que la pastera finlandesa UPM-Kymmene pueda elevar su actividad anual en la fabricación de papel a 1.365.000 toneladas.

El canciller argentino anunció que llevará el caso a tribunales internacionales y que por estos momentos "reevalúa" la relación entre ambos países.

Timerman consideró que se trata de "un gesto inamistoso (...) un tema que desde octubre de 2013 ha surgido como una nueva etapa de la controversia entre los países".

"Esta nueva medida uruguaya confirma la ruptura unilateral por parte de su gobierno del mecanismo de información y consulta previa establecido en los artículos 7 al 12 del referido Estatuto, que se encontraba en pleno desarrollo en octubre de 2013 cuando fue interrumpido de manera arbitraria por su gobierno", acusó Timerman.

El responsable de las relaciones exteriores de nuestro país pidió que el gobierno de José Mujica "deje de inmediato sin efecto esta nueva resolución y se atenga al cumplimiento estricto y de buena fe de las normas contenidas en el citado Estatuto".

Teniendo en cuenta que el gobierno argentino expresó su negativa ante la posibilidad de una aumento de producción -que pone en riesgo los niveles de contaminación permitidos- en tres oportunidades el año pasado, Timerman anunció que el "gobierno argentino ha decido recurrir en forma inmediata a la Corte Internacional de Justicia por el incumplimiento uruguayo del Estatuto del Río Uruguay y de la propia sentencia del Tribunal del 20 de abril de 2010".

El funcionario advirtió a su par, además que "procederá a reevaluar todas las políticas de relacionamiento bilateral con el Uruguay, así como el funcionamiento de las respectivas comisiones binacionales".

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