En el consulado argentino en Nueva York estuvieron, entre otros, el brasileño Joao Felicio y la australiana Sharan Burrow, presidente y secretaria general de la Confederación Sindical Internacional (CSI); Richard Trumka, presidente de la central obrera estadounidense Aflcio; el canadiense Hassan Hussef, de la CLC de Canadá; y el paraguayo Víctor Báez, secretario general de la Confederación Sindical de las Américas (CSA).

Báez dijo en diálogo con medios argentinos: "Para nosotros es fundamental una lucha global, es una lucha por una hegemonía diferente. Es clave concientizar a los trabajadores del mundo". Y señaló que "el capital financiero usurario, no sólo está sobre Argentina, sino sobre varios otros países, entre ellos los norteamericanos".

A su turno, Cathy Feingold, la directora de -por sus siglas en inglés-, la Internacional de la Federación Estadounidense del Trabajo, añadió: "Aquí en EE.UU vemos más desigualdad que nunca, está aumentando la productividad pero los trabajadores no están recibiendo eso".

Sobre la postura argentina ante la ONU, admitió que es "una posición que muestra al mundo que los fondos buitre no pueden seguir haciendo más eso ni con Argentina, ni con EE.UU ni con ningún país".

También participaron de la reunión el ministro de Trabajo, Carlos Tomada; y los dirigentes sindicales argentinos Hugo Yasky (CTA), Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez (UPCN) y Edgardo Llano (APA).