Hasta en las fiestas de casamiento que se celebran en el club del barrio o en el salón de fiestas, quien propone un brindis suele esbozar alguna frase más o menos sentida, incluso pretendidamente compleja, buscando sacar de sí lo mejor y más profundo.

Al parecer, a Mauricio Macri no le dio para tanto ante el presidente italiano Sergio Mattarella: “Quiero decir algo –dijo– porque…” y hasta ahí llegó lo más complejo de su discurso, cerrando con la típica arenga de quien, al final de la fiesta de casamiento, ya no tiene mucho que decir…