En una entrevista con HispanTV, la representante del Centro de Militantes para la Democracia Argentina (CEMIDA) Elsa Bruzzone advirtió sobre el peligro de la presencia militar estadounidense, puntualmente sobre la excusa del narcotráfico en la región de la Triple Frontera que esconde el real objetivo extranjero de controlar el Acuífero Guaraní, el cuarto gran reservorio de agua subterránea del mundo.

Sin embargo, no es el único punto del país que interesa al gobierno de Trump, que también planifica erigir bases norteamericanas en Jujuy, Tierra del Fuego y Neuquén, detrás de otros recursos naturales. A principios de mayo, Bruzzone calificó estas acciones como completamente violadoras de leyes vigentes en materia de Defensa, en la misma línea que se viene gestando esta reforma inconsulta sobre el rol de las FFAA.

También descartó completamente la explicación oficial sobre la llegada de agentes de inteligencia extranjeros, que de igual manera responden a las fuerzas armadas al mando de Washington. La alarma se encendió en febrero -cuando Patricia Bullrich anunció la instalación de una sucursal de la DEA en el norte argentino- pero la firma del secreto de Macri que abre la puerta para la actuación en temas de seguridad interior, indican que el plan tiene serias intenciones en contra de la ciudadanía.