Juan Francisco Viernes es el `colaborador encubierto´ policial que reveló la presunta vinculación de policías cordobeses con el negocio del narcotráfico, por la que varios jefes de la división Drogas Peligrosas de la policía provincial fueron detenidos, y debieron renunciar Alejo Paredes, el ministro de Seguridad, y Ramón Frías, el jefe de policía. En una entrevista con Página/ 12  manifestó que "el narco les paga a los altos jefes como Sosa una plata por mes que en ningún caso baja de 50.000 pesos" y que en dicho marco "había repartijas hacia arriba".
"Todavía estoy esperando los cheques retroactivos de Paredes", afirmó Viarnes en relación a su vinculo con Paredes. Respecto de la relación de la banda de policías con los narcotraficantes, detalló que la dinámica era la siguiente: "de la droga que secuestran los policías, informan la mitad y se quedan con la otra. De eso que se quedan, la mitad es para el narco que les pasó el dato, mientras el otro tipo va en cana. Pero aparte, el narco les paga a los altos jefes como Sosa una plata por mes que en ningún caso baja de 50.000 pesos". El Francés describió al comisario Sosa, ex jefe de lucha contra las Drogas detenido, como "una persona muy calculadora y peligrosa. Peligrosa con el poder que tenía en sus manos, porque era dueño de la vida y de la libertad de cualquier persona y disponía de ellas".
"Paredes (el ministro de seguridad) tenía conocimiento de todo lo que sucedía. Todos ellos sabían lo que pasaba. Y si es así, tampoco puede estar en desconocimiento del gobernador de la provincia", subrayó. Además Viernes sostuvo que los involucrados en la causa "agarraron a los jueces de payasos", ya que "los jueces delegaban las investigaciones en quienes se las pedían, de buena fe, porque suponían que eran correctas. Era tan perfecto lo que hacían los policías que el Tribunal no tenía otra que dar las órdenes de intervención telefónica o de allanamiento. No es que el tribunal obrara de mala fe".
Detallando el modus operandi de la banda de policías cordobeses, el apodado El Francés contó que "a veces plantaban la droga para hacerle un allanamiento a alguien sólo para robarle una plata, y después no pasaba nada, no lo informaban".
Para finalizar señaló que su decisión de denunciar ante la Justicia y la prensa fue una estrategia de supervivencia: "ellos tienen sicarios por todos lados. O era un tiro o era que parezca un accidente y ya está. Hubiera sido fácil sacarme de encima”.

Juan Francisco Viarnes es el `colaborador encubierto´ policial que reveló la presunta vinculación de policías cordobeses con el negocio del narcotráfico, por la que varios jefes de la división Drogas Peligrosas de la policía provincial fueron detenidos, y debieron renunciar Alejo Paredes, el ministro de Seguridad, y Ramón Frías, el jefe de policía. En una entrevista con Página/ 12  manifestó que "el narco les paga a los altos jefes como Sosa una plata por mes que en ningún caso baja de 50.000 pesos" y que en dicho marco "había repartijas hacia arriba".

"Todavía estoy esperando los cheques retroactivos de Paredes", afirmó Viarnes sobre su vinculo con Paredes. Respecto de la relación de los policías con los narcotraficantes, detalló que la dinámica era la siguiente: "de la droga que secuestran los policías, informan la mitad y se quedan con la otra. De eso que se quedan, la mitad es para el narco que les pasó el dato, mientras el otro tipo va en cana. Pero aparte, el narco les paga a los altos jefes como Sosa una plata por mes que en ningún caso baja de 50.000 pesos". El Francés describió al comisario Sosa, ex jefe de lucha contra las Drogas detenido, como "una persona muy calculadora y peligrosa. Peligrosa con el poder que tenía en sus manos, porque era dueño de la vida y de la libertad de cualquier persona y disponía de ellas".

"Paredes (el ministro de seguridad) tenía conocimiento de todo lo que sucedía. Todos ellos sabían lo que pasaba. Y si es así, tampoco puede estar en desconocimiento del gobernador de la provincia", subrayó. Además Viarnes sostuvo que los involucrados en la causa "agarraron a los jueces de payasos", ya que "los jueces delegaban las investigaciones en quienes se las pedían, de buena fe, porque suponían que eran correctas. Era tan perfecto lo que hacían los policías que el Tribunal no tenía otra que dar las órdenes de intervención telefónica o de allanamiento. No es que el tribunal obrara de mala fe".

El Francés contó que los policías "a veces plantaban la droga para hacerle un allanamiento a alguien sólo para robarle una plata, y después no pasaba nada, no lo informaban".

Para finalizar señaló que su decisión de denunciar ante la Justicia y la prensa fue una estrategia de supervivencia: "ellos tienen sicarios por todos lados. O era un tiro o era que parezca un accidente y ya está. Hubiera sido fácil sacarme de encima”.