Ya sea por cuestiones o por dinero, el macrismo y el massismo siguen blanqueando su pacto en la provincia de Buenos Aires. Ahora le tocó confirmarlo a Javier Castrilli, referente del PRO en La Matanza y candidato a primer concejal por el agrupamiento de Francisco de Narváez en ese distrito del conurbano.

Candidatura que ya no ostenta, por cierto, porque decidió dar el portazo al denarvaísmo para reagruparse con su espacio natural: el Frente Renovador de Sergio Massa.

Según Castrilli, la renuncia al espacio de De Narváez y a la postulación fue porque le habrían exigido dejar el PRO de Mauricio Macri, sector al representa desde siempre.

"Fue como que me dijeran que me vaya... Me plantearon esto como única alternativa: que elija entre seguir en PRO o estar con Francisco (de Narváez)", se quejó Castrilli, añadiendo que "me voy porque voy a seguir apoyando al PRO y el acuerdo que mantiene con el Frente Renovador".

"Apoyando al PRO y el acuerdo con el Frente Renovador", dijo Castrilli. Más claro, echarle agua...

Pero la versión es otra cuando quien explica la ruptura es el "Colorado", quien asegura que Castrilli intentó extorsionarlo para continuar como candidato a primer concejal matancero por Unidos por la Libertad y el Trabajo.

El candidato a primer diputado por Unidos por la Libertad y el Trabajo salió a retrucar al "sheriff", asegurando que en realidad quiso extorsionarlo.

"El viernes me llamaron para pedir plata y nosotros hacemos política por convicción. Pidieron plata para seguir en el espacio y le dijimos que fuera a otro lado. Ahí se terminó la conversación", relató a Radio 10.

"En la política hay gente que se encandila con las encuestas y que va detrás del calor de lo que sucede", dijo De Narváez sobre Castrilli y su eventual acompañante en la defección, Silvio Klein, noveno en su lista de candidatos a diputados nacionales.

Pero las polémicas declaraciones no quedaron en la nada y Javier Catrilli se defendió a través de Radio 10. "Es un canalla y no tiene perdón. Nunca hablé con él desde que me fui", sostuvo.

"Yo sigo trabajando en el PRO que era el lugar en el que me pedían que me fuera y yo no quería", argumentó luego.

Lo más seguro es que la ruptura se haya debido a una combinación de los dos argumentos expuestos: Castrilli volvió con Massa, el espacio natural de un macrista; pero se hubiera quedado con De Narváez si -como éste denunció- el dinero era suficiente...